El 31 de agosto de 1979 abrió oficialmente sus puertas Ópticas Contalén, aunque unos días antes habían celebrado ya una pequeña inauguración con amigos y familiares. La primera óptica se abrió en pleno centro de Vigo, en la calle Gran Vía 26, lugar en que 43 años después se puede encontrar a Enrique Varcárcel y su equipo trabajando día a día para cuidar la mirada de los gallegos. Años después llegaron las ópticas de Calvario 169 y Florida 45, desde todos sus centros defienden la importancia de cuidar nuestros ojos, y ahora más que nunca ya que con el uso de las pantallas llegan cada vez más problemas.  

Que un negocio aguante hoy en día 43 años es casi una proeza, así que hemos querido entrevistar al fundador y CEO de Ópticas Contalen Enrique Varcárcel para que nos cuente cómo han ido estas más de 4 décadas y cómo ve el futuro. 

 

¿Cómo fueron los comienzos?

Cuando llegué a Vigo yo venía del levante español de uno de los centros de más renombre de España de lentes de contacto, estaba manejando un fichero de más de 10.000 pacientes de adaptación de lentes de contacto. En aquellos años había más diferencia entre Galicia y el resto de España, empezamos poquito a poco a hablar de las lentes más novedosas como las lentes tóricas para controles de astigmatismo o la lentes Orto-K que se utilizar para de corrección de miopía durante la noche. 

Yo creo que el primero en Galicia en adaptar estas lentes de Orto-K e incluso las lentes blandas tóricas. También empezamos en aquel momento con el tema de la rehabilitación visual, había muchas personas con ojos vagos sobre todo chavales, y y empezamos a hacer entrenamiento visual con técnicas ultramodernas que venían de Canadá y Francia. Han pasado 43 y ahora estoy viendo a los nietos de aquellos chavales que en aquella época. 

A partir de ahí fue una eclosión de asistir conferencias a nivel nacional e internacional para estar siempre al día de los últimos avances y técnicas para ponerlos al alcance de todos los gallegos, no solo el público de Vigo porque al centro de Gran Vía venía y sigue viniendo gente de toda Galicia para corregir problemas visuales. 

 

¿Cómo eran el Vigo de aquel entonces?

Todavía existía el famoso scalextric de Vigo, se podía aparcar en plena Gran Vía, venía mucha se utilizaba el transporte público que era el coche de línea y la gente llegaba autobús de la Cañiza, A Guarda, A Gudiña, Baiona, Gondomar… Llegaban a las 9 de la mañana y se volvían a las 5 de la tarde así que todo eran prisas para poder llevarse las gafas o lentillas ese mismo día. 

 

¿Cómo ha cambiado la profesión en estos 40 años?

Digamos que las dioptrías se siguen midiendo, en eso no cambia, la problemática sigue siendo la misma, pero en cuanto a los aparatos la evolución ha sido tremenda.  Cuando empezamos hay que recordar que no había ordenadores, y hoy en día con ellos podemos hacer un cálculo muchísimo más rápido y preciso. Además hoy en día, en cuanto a técnicas de recuperación de agudeza visual contamos con programas informáticos con los que conseguimos ver resultados en tres meses que antes nos llevaban nueve meses. Aunque paradójicamente el ordenador sea uno de los principales causantes de problemas también tenemos que darle las gracias en este sentido. 

En cuanto a los materiales también hay un gran avance, antes los cristales para graduaciones altas había que pedirlos a Italia y podían tardar hasta 45 días, además eran muy pesados y podían llegar a causar deformaciones en la nariz. Hoy en día esto se ha superado, tenemos materiales más ligeros y más finos. A nivel de monturas la evolución ha sido tremenda, ya que se utiliza titanium y materiales muy ligeros, las gafas pueden llegar a pesar lo mismo que una pluma. Además ahora en las monturas tenemos un colorido tremendo, antes las gafas eran marrones o negras, hoy en día podemos tener gafas para la fisionomía de cada persona. 

 

¿Cómo han cambiado los clientes?

Ha cambiado igual que la sociedad, es más permisiva, estamos más en contacto unos con otros, antes había un respeto extremo, la gente antes preguntaba si podía pasar y hoy en día entran tranquilamente entran de un manera más natural. Además hoy en día para bien y para mal está la gente más informada, leer un artículo en internet no es saberlo todo pero también esta mayor información hace más fácil que entiendan el problema. 

 

¿Qué es lo que le apasiona de esta profesión? 

Pues que es una profesión muy agradecida, porque normalmente entran por la puerta personas con una deficiencia de visión que acaban superando. Cuando ves por ejemplo que entra una pareja mayor, y ves que la mujer viene del brazo de su marido y que este es quién le guía para sentarse y después de 15 días  de ponerle lentes de contacto ya viene ella sola sin ayuda, pues eso te hace sentir algo en tu interior muy especial, es saber que has contribuido a que esa mejore considerablemente su calidad de vidad. 

Hay más casos como este, como el de una persona que después de 20 minutos entra para agradecerte que por fin ha visto el ángel que hay en la Caja de Ahorros de Vigo, que le habían hablado muchas veces de él pero no lo había visto nunca con sus propios ojos. O también el señor que consigue sacar el carnet de conducir porque antes no tenía una correcta visión y ahora viene por aquí y te narra las aventuras que ahora tiene con su coche, o críos que no arrancaban a leer y que después de 6 meses trabajando con ellos empiezan a leer sin ninguna dificultad. 

De alguna manera le ayudas a descubrir la vida a las personas y para mi esto es una gratitud que me llena. 

 

¿Cómo ves el futuro con el uso de las tecnologías? 

No es que lo vea es que ya está aquí, la queja más habitual es la gente que tiene fotofobia, que le molesta mucho el sol, que no ve, que ve borroso pues eso es porque se pasan muchas horas delante de una pantalla del ordenador y encima con máxima intensidad de luz, esto puede llegar a producir ansiedad. 

Ha venido gente aquí que vive en Vigo pero que trabaja en Santiago que cuando sale de trabajar dice que hasta que llega a Padrón no consigue ver bien la autopista, porque ha estado 8 horas delante de un ordenador a máxima intensidad de luz y tiene un deslumbramiento tremendo. Por esto hay que empezar a hablar de ergonomía y explicar cómo tiene que tener la pantallas del ordenador y empezar aunque sea con un cristal neutro que le absorba el exceso de radiación. 

 

¿Qué espera para el futuro? 

Ojala poder trabajar 43 años más, pero bueno lo que si poder tener un mayor reconocimiento de la profesión, creo que la profesión del óptico – optometrista no está reconocida a nivel institucional como a nivel de la población. En otros países está mucho mejor valorado, forma parte del sistema público de salud. Además aquí en españa salimos muy bien preparados

 

¿Jubilación? 

Habrá que ir pensando, la mayoría de la gente que formamos se acaba yendo a clínicas de oftalmólogos,y esto también te llena de satisfacción pero bueno me gustaría encontrar a alguien que tomase el relevo.